Urbibus,
Humanitatis,
Migratio


Tran/s-Humancias, es un proyecto de intervención en torno a la idea de ciudad como un lugar de flujos humanos, un lugar apátrida donde mediante la utilización de un sismógrafo se generará una cartografía sonora de los espacios. Se reflexionará sobre los caminos de máxima afluencia y mínimo auspicio, registrando los micro-seísmos que generan las resonancias producidas por el movimiento de masas. La reflexión del trabajo confluye sobre la utilidad del espacio público, zonas de paso y zonas huérfanas, revisando movimientos sociológicos alienados, que alternan y modifican recorridos personales, sin tener consciencia de los tránsitos, revelando la verdadera trashumancia del siglo XXI.
Este trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre la condición humana y sus recorridos desde el concepto de la Alienación como parte fundamental y se estudia bajo la imposición/construcción del espacio público y su desarrollo como espacio socioeconómico dentro de la sociedad contemporánea.
Uno de los conceptos fundamentales de este proyecto que gira en torno a la idea de la urbe, sus habitantes y los movimientos migratorios que se dan en ellas día a día, es el de la trashumancia. Una parte específica del título es la palabra clave Tran/s-humancia que adquiere dos significados en uno mismo. Uno desde la vertiente sociológica, del transhumanismo, el movimiento ideológico y cultural que tiene como objetivo la transformación de la condición humana mediante el desarrollo de la tecnología y que permite desarrollar las capacidades humanas en el ámbito psicológico, físico e intelectual. Esta corriente especula con la idea de la transformación del ser humano en un ser con altas capacidades, merecedor de la etiqueta de Post-humano. A raíz de esta relación entre hombre y tecnología surge la otra reflexión del proyecto la idea del ser humano como caminante, creador de recorridos, migrador eventual del día a día, que por razones externas a su condición humana, se direcciona cada día hacia una serie de recorridos predeterminados, que no son más que metáforas de las trashumancias que hacen las bestias en el entorno rural.
Si reflexionamos sobre la idea de los espacios peatonales nos adentramos en un mundo donde aparecen cuestiones evidentes. ¿Se construye el espacio público, el espacio dedicado al peatón, con fines para la revitalización de la urbe y el disfrute colectivo? O por contra, ¿nos estamos encontrando con que la construcción y reconversión del espacio público frente las personas, se está dogmatizando desde el prisma o la idea del espacio canalizado, espacio que se direcciona hacia centros, lugares y destinos específicos creados para otros fines?
Podemos observar como hoy en día la canalización del espacio público dedicado exclusivamente al peatón, se centra en las grandes ciudades en la creación de calles comerciales, grandes avenidas con un fin convencional, alejándolos de la idea del espacio público para el disfrute. Dentro de la vanidad del propio elemento espacial, el proyecto Urbibus, Humanitatis, Migratio. Tran/s-humancias del siglo XXI, reflexiona sobre la utilidad específica de estos espacios.
Calles, vías y avenidas, se abarrotan de masas alienadas en zonas horarias especificas, en un decadente baile migratorio hacia un convencionalismo socioeconómico. Pocas horas después estos mismos espacios derivan en lugares huérfanos por los que ni un alma transita, abandonados y dejados de lado de la ciudad. Las personas huyen en grandes masas de vuelta a los hormigueros de donde han salido horas antes, dejando un vacío hueco en el corazón de las ciudades. Aparecen los mirajes y la idea de la desertificación del espacio urbano.