top of page

DEL SUBLIME EL SONIDO, ESPACIO FUNDACIÓN GUINOVART, AGRAMUNT. 2019.

El sublime tiene que ver con un deseo natural del ser humano por la exaltación, por la invocación de aquello que nos conecta con la esencia, por una preocupación respecto a nuestra relación con las emociones absolutas, tal como lo expresaba Barnett Newman (1947) en su paradigmático e inspirador texto The Sublime is Now.En esta investigación de lo genuino, el sonido se inscribe como un elemento enaltecedor de la emoción en la cotidianidad. Ferran Lega, desde el punto de vista artístico genera un nuevo devenir al perseguir el descubrimiento de una relación primigenia con la materia, el paisaje y las cosas invisibles, interaccionando acústicamente y generando otras relaciones de percepción, reflexión y hallazgo. En este sentido, el artista desarrolla en su obra toda una serie de intervenciones, generando miradas topográficas (soundwalks) sobre espacios que investigan ecosistemas sonoros, naturales y antrópicos, así como sus sistemas de representación.«Del sublime, el sonido» recoge una muestra de proyectos de arte sonoro generados hasta la fecha por el artista, que han visto la luz en diferentes Museos, centros de arte y espacios expositivos, en los cuales aúna una perspectiva dual, poética y crítica, con los elementos primarios de la vida y con el entorno. El sonido, a través de los diferentes elementos compositivos de materialización y desmaterialización, se trabaja de manera expandida con un lenguaje con una identidad propia. La cotidianidad, la escucha, los registros fonográficos y la experiencia se funden para crear otras miradas que acontecen un lenguaje particular con el cual pensar el mundo. Nuestro día a día está contaminado por un contínuum sin aturador. Las piezas que se muestran aquí buscan encontrar un punto de inflexión al acomodo de nuestras ideas para percibir las cosas de otro modo. La tangibilidad de la experiencia y la inteligibilidad del pensamiento pierden su naturaleza fragmentaria para ser uno. Así, de esta manera la incorporación del sonido puede aguzar nuestros sentidos y exaltar la emoción hasta llegar a la sublimidad. Milton diría: «The mind is its own place».​​Comisaria: Cleofé Campuzano

bottom of page